¿Se pueden congelar las zanahorías? ¿Cuál es el método correcto?

Rubén Castro, actualizado a 16 diciembre 2018

Las zanahorias sí pueden congelarse, aunque cuando las descongelemos, habrá que cocinarlas (no se pueden usar para ensaladas).

Además, lo normal es congelar las zanahorias que son frescas, si ya las hemos cocinado y las congelamos, perderán su textura y pueden quedar desagradables al paladar.

Por eso, solo es conveniente congelar las zanahorias frescas cuando no les vamos a dar uso rápidamente y las queremos conservar para otro momento sin que se nos estropeen.

Cómo se congelan las zanahorias

Los pasos básicos para congelarlas son:

  • Lavar las zanahorias frescas
  • Pelarlas
  • Cortarlas en trozos
  • A continuación las vamos a escaldar. De esta manera vamos a detener la acción de las enzimas que hacen que las zanahorias se decoloren y se ablanden mientras se descongelan. Para ello:
    • Calienta agua en una olla y cuando esté hirviendo, echa las zanahorias. Si las hemos cortado en trozos grandes, las podemos hervir durante 4 o 5 minutos. Si los trozos son pequeños, durante 2 minutos.
    • Las ponemos en agua fría, ya sea bajo el chorro de agua fría o en un bol con agua y hielos. De esta forma se detiene la cocción.
  • Dejar escurrir el agua sobrante y déjalas sobre papel de cocina o una superficie que absorba la mayor cantidad de agua posible.
  • Y congelarlas. Lo mejor es meterlas en bolsas herméticas sacando la mayor cantidad de aire posible.

A la hora de volver a utilizarlas, lo mejor es descongelarlas dejándolas en el frigorífico, para que se descongelen poco a poco. Si las descongelamos en agua caliente o incluso a temperatura ambiente, se descongelarán demasiado rápido y perderán la textura crujiente.

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