Existen muchos falsos mitos sobre el sueño. En este artículo vamos a tratar de arrojar algo de luz sobre que es cierto y que no.
El sueño puede recuperarse
Probablemente sepas que la media de horas que dormimos (7,1 horas) es menor que la que recomiendan los expertos (8 horas). Y también es probable que te sorprendas que la media es de más de 7 horas y que ojalá pudieses dormir tanto entre semana.
Es verdad que, si un día duermes menos, puedes recuperarlo con una siesta o durmiendo un poco más al día siguiente. Pero esto no ocurre si la privación de sueño ocurre de manera regular y continuada. Puede que seamos de los que perdemos una o dos horas de sueño todos los días de la semana y luego las recuperamos la mañana de sábado y del domingo.
Diversos estudiosref dicen que aunque notemos que el cansancio sí que disminuye, hay otras facetas cognitivas que sufren por la privación de sueño y que no se reparan tan fácilmente. Por ejemplo, los estudios indican que la privación del sueño de manera regular puede provocar falta de rendimiento cognitivo, problemas de memoria, obesidad, enfermedades cardíacas y resistencia a la insulina, entre otros problemas de salud.
Los ancianos necesitan dormir menos
Otra falsa creencia es que según envejecemos vamos necesitando dormir menos. Esta idea se origina debido a que la gente anciana suele dormir durante periodos de tiempo más cortos, disminuyendo así su calidad de sueño. Aunque los ancianos duermen de forma más fragmentada y no les afecta tanto el dormir menos, diversos estudios constatan que las horas necesarias para descansar no disminuyen con la edad.
Además, hay indicios que la falta de sueño en personas de avanzada edad está relacionada con la enfermedad de Alzheimer, aumento del riesgo de hipertensión, diabetes y arteriosclerosis.
El hecho de no descansar bien o dormir, a cualquier edad, debe hacernos consultar con nuestro médico, ya que puede ser un síntoma de un problema crónico de sueño o algún problema de salud.
El mejor método para quedarse dormido es contar ovejas
Siempre se ha dicho que una manera eficaz de dormirnos si estamos nerviosos es contar ovejas, con ello bloqueamos los posibles pensamientos que nos inquietan y a los que les damos vueltas y más vueltas.
Sin embargo un estudioref sobre el sueño de la Universidad de Oxford nos informa que en lugar de contar ovejas, debemos visualizar una escena que nos relaje. Los participantes que siguieron este consejo conciliaron el sueño 20 min antes que los contaron ovejas o dejaron la mente en blanco.
Roncar es inofensivo (para el roncador)
Aunque roncar puede ser un problema habitual y en la mayoría de los casos no es perjudicial, puede ser un síntoma de un trastorno del sueño. Este trastorno, llamado apnea del sueño, produce pausas en la respiración al dormir y la persona se puede despertar con frecuencia con una sensación de ahogo.
Estas interrupciones en la respiración provocan una disminución de los niveles de oxígeno en sangre, pudiendo forzar el corazón y el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular e hipertensión.
Normalmente las personas con apnea del sueño suelen presentar una somnolencia diurna acusada. En cualquier caso, si tienes síntomas deberías consultar a tu médico.
Si duermes de lado no roncarás
Los ronquidos se producen cuando el flujo de aire que pasa por las vías respiratorias es interrumpido y no se mueve con fluidez. Por eso es posible que alguien que no suela roncar, lo haga cuando está malo o tenga alergia.
Es cierto que, por ejemplo, dormir boca arriba coloca las vías respiratorias de una manera que es más probable que ronques, aun así un estudioref nos dice que la mitad de los roncadores, roncan en cualquier posición.
El alcohol ayuda a dormir mejor
El alcohol produce una sensación de relajación que puede facilitar el quedarse dormido. Sin embargo, el alcohol reduce la calidad del sueñoref y nos hace descansar peor. El alcohol produce un sueño fragmentado que afecta a la fase REM.
Si duermo más, rendiré más
Es una idea equivocada, ya que, en realidad nunca dormimos más de lo que necesitamos porque nuestro cuerpo tiene una alarma que nos dice que debemos despertarnos y aunque queremos descansar más, nuestro cuerpo no lo logrará. Eso sí, siempre podemos disfrutar vagueando en la cama.
Yo nunca sueño
Los sueños aparecen en la fase REM, que supone del 15% al 20% de nuestro tiempo de sueño. Para poder recordarlos deberíamos despertarnos precisamente en ese instante y tener la suficiente claridad mental. Con la edad el número de despertares aumenta, por lo que los ancianos recuerdan más los sueños mientras que los adultos y más jóvenes apenas pueden explicar el más reciente.
Por eso, Dalí, para aprovechar la capacidad creativa del subconsciente se dormía con una cuchara metálica en la mano, cuando se dormía, la cuchara se caía haciendo un estruendo que le despertaba. Se dice Dalí aprovechaba esos momentos para recordar y analizar sus sueños con el fin de mejorar su obra creativa.
Hay experimentos que demuestran que si hacemos un esfuerzo consciente cuando nos despertamos por recordar los sueños. Con el tiempo somos capaces de recordarlos cada vez mejor.
El sueño excesivo puede curar la fatiga diurna excesiva
No sólo las horas de sueño son importantes, sino también la calidad del sueño. Algunas personas duermen de 8 o 9 horas por noche, pero no se sienten descansadas por la mañana, porque la calidad de su sueño es pobre y dormir más no va a disminuir la somnolencia diurna. La calidad del sueño puede verse afectada por algún trastorno del sueño u otras condiciones médicas. Por ello es recomendable visitar al médico si sientes fatiga crónica.